PROMESAS
El cielo es un ramo de corales.
Un último rayo de sol de verano, atraviesa, suave,
el cristal de mi ventana, con el oído atento a los pasos
melancólicos del otoño, que huele a jengibre, acercándose
con su corte de hojarasca.
Después de tantos años, con mis cansados huesos a cuestas,
salgo en busca de la risa de mamá, el olor de sus panes
recién horneados, de canela y a sus promesas incumplidas.
Ha llegado el momento de exigirle a ella, que se pasea
por mis sueños empecinadamente , que cumpla lo prometido.
-"Todo va a estar bien"-
Todo no está bien. Algo falta.
Siento una tormenta de sentires en mi corazón agitado.
Claro que algo falta . son los seres amados que partieron
prontamente, urgidos de infinitud.
Pero estoy en casa, tengo abrigo suficiente,
muchísimos libros, hijos, nietos , ex alumnos,
amigos entrañables que me aman sin condicionamientos
y veo la vejez como a un rayo de luz. Quizás el último.
Doy por cumplidas las promesas.
En lo hondo de mi alma, susurra la vida.
