viernes, 1 de febrero de 2013

NECESITAMOS SOÑAR ...



        La vida en la tierra sale bastante barata.
        Por los sueños, por ejemplo, no se paga un céntimo.
        Por las ilusiones, sólo cuando se pierden.

                                               Wislawa Saymborska.


           SI NO ME LEES CUENTOS
           NO APRENDERE A SOÑAR.


      Cuando leo un cuento para niños , me resulta difícil reprimir las ráfagas de ternura que golpean mi corazón.
   Gracias a Dios, nada cambió mi esencia, ni los años, ni los golpes. nada ... Soy y seré siempre una loca soñadora.
   Nada tan romántico, heroico y hermoso como un cuento narrado a un niño antes de dormir.
   Necesitamos soñar para adornar la vida , para enjoyar tantas cosas bonitas y no tanto que conforman nuestra existencia, para regalar fantasías envueltas en un arrullo a nuestros seres amados, hijos, nietos, alumnos, amigos ...
   Comparto con ustedes , los amigos que hoy acompañan mi vejez con gestos de cariño, con palabras de aliento. con dulces susurros que trepan Internet y acarician mi alma, una anécdota feliz que bien podría ser un cuento.
   Anoche, mi hijo menor envió al FACEBOOK, la imagen de un tren en movimiento "El tren de la vida" con un texto bellísimo.De una de las ventanillas asomaba la cabecita de un niño, los ojos bien abiertos devorándose el paisaje , la expresión sonriente, el candor y la inocencia.Y aunque no me lo crean, se parecía a mi benjamín cuando chiquito.
   Me conmovió sobremanera que mi hijo, hoy un hombre de cuarenta y ocho años, ingeniero, lleno de compromisos laborales, siempre participando en competencias de natación , carreras y no sé  cuántas disciplinas más, se tomara un tiempo para tener ese gesto amoroso y tierno.
   Sería presuntuoso de mi parte decir que me lo merezco. Me equivoqué muchas veces, fui una mamá muy joven pero siempre hice lo mejor que pude. Mis dos hijos y yo, al morir su papá y el amor mío, atravesamos algunos tsunamis impiadosos. Fue muy duro. Los tres en un puño, soportamos los vendavales y finalmente salimos a flote.
   Han pasado muchos años. Algunas cosas no me salieron bien. Son dolores que me acompañarán hasta el fin.
   Ahora quiero hacer de mi vejez un lugar de sosiego. Ahora que aprendí que después de todas las tormentas sale el sol no me quiero perder la oportunidad de abrir las ventanas.

   NUNCA DEJES DE SOÑAR.

   HAZ QUE TU CUENTO VALGA LA PENA.